Tecnología

Sony, hackeos y NSA

·

Estoy un poco seco de ideas estos últimos días, y de hecho ayer anduve buscando posibles temas e inspiración de última hora sin éxito. Así que a falta de algo realmente original, vamos con un recurso fácil: el de hablar sobre un tema que ha tenido mucha repercusión y que no he tocado en Incognitosis. Ese tema es, claro está, el del hackeo sufrido por una Sony que ahora está un poco patas arriba.

He leído -como todos los que estamos metidos en el mundillo- bastante sobre el suceso, y de todo lo que he visto la reflexión que más me ha gustado es la de Bruce Schneier -súper celebridad en el mundo de la seguridad informática- que publicaba hace unos días un post en Vice/Motherboard al que yo he llegado desde su blog. En esa reflexión Schneier ponía los puntos sobre las íes, como suelen hacer los que realmente saben de lo que hablan, y evitaba tremendismos para llamar a las cosas por su nombre.

Por ejemplo, diciendo que esto no es un acto de terrorismo, algo que me parece todo un acierto sobre todo cuando se han oído muchas burradas -hasta predicciones de una tercera guerra mundial- sobre un suceso que no tiene nada que ver con los «actos de guerra». Schneier nos pone todo en perspectiva: no se sabe a ciencia cierta si el gobierno de Corea del Norte es responsable en alguna medida de estos hechos, y aún siéndolo ha habido ya ciberataques previos -y actos mucho más agresivos- que dejan a este suceso un poco en la sombra. Entre otras cosas, porque como dice este experto el hackeo ha demostrado otra vez la penosa seguridad que tenía Sony. Y mola saber -yo no lo sabía- que los hackers no empezaron a hablar de ‘The Interview‘ hasta que la prensa comenzó a hacerlo. ¿Qué fue primero, la gallina o el huevo?

Me ha resultado también exagerada la respuesta del gobierno de los Estados Unidos, sobre todo cuando han hecho suya una guerra -perdón, pero la expresión aquí cuadra- que no lo es. O al menos no en parte, porque Sony no es una empresa americana. Es una empresa japonesa que, eso sí, opera, y muy fuerte, en Estados Unidos. Esa apropiación por las buenas de la ofensa -esto es un ataque contra nuestra libertad, no quedará impune, somos los salvadores del mundo, blah, blah- me parece ya hasta aburrida, y vuelve a tratar de excusar toda esa sobrevigilancia a la que estamos sometidos las 24 horas del día y que con estos «actos terroristas» -lo sean o no, las noticias nos los venden así- parece estar justificada. A saber quién es el verdadero responsable, pero la teoría de Schneier también cuadra: podría haber sido un ex-empleado furioso con la empresa.

Y precisamente con esas investigaciones quería cerrar esta reflexión. ¿No tiene la NSA acceso a todas nuestras conversaciones móviles, a todos los correos que transferimos, a nuestra localización en todo momento? ¿No se supone que toda esa información debería servir para estrechar el cerco y encontrar a los responsables mucho más fácilmente?

Sinceramente, no veo que las escuchas y el espionaje masivo estén sirviendo para mucho ante sucesos como este. Bueno, ni este ni otros muchos -mejor no me pongo a hablar de casos de corrupción en nuestro país-, así que, ¿para qué coño quieres todos esos datos si no eres capaz de hacer nada con ellos, NSA? ¿Es esa recolección masiva de datos tan inútil como parece? Porque si es así, amigos de las agencias de inteligencia, de verdad, dejadlo. O al menos, dejad de esgrimir el argumento de que toda esa labor sirve para protegernos mejor.

No lo parece, ¿a que no?

 

 

Suscríbete a Incognitosis

¡Recibe en tu correo las nuevas entradas!

Standard

3 comentarios en “Sony, hackeos y NSA

  1. Miguel dice:

    Considero que toda esta sobreactuación está hecha en post de seguir justificando la excusa para invadir todavía más nuestra intimidad y sí, coincido contingo en pensar que si tienen tanto control y realizan hasta el seguimiento de los «pedos» de las moscas, ¿como se les cuelan esta cosas?.

    Actuación «DESPROPORCIONADA» en toda regla del Gobierno de los EEUU. Pero bueno, como casi todas las cosas que hacen con respecto al resto del mundo.

Comentarios cerrados