Sé que la noticia ya tiene un par de semanas, pero mis vacaciones impidieron que me enterara a tiempo, y me parece algo digno de mención. La firma Rio, la primera (bueno, casi) en poner al alcance de los usuarios un reproductor MP3 en la historia, dejará de producir este tipo de dispositivos a finales de mes. Recuerdo haber conocido la noticia de esa primera maravilla que por fin permitía a los usuarios disfrutar de sus colecciones de MP3 en un ingenio similar a los tradicionales Walkmans. Pocos entonces podían preveer el rumbo que tomaría el mercado, y lo ultracompetitivo de un mercado en el que su empresa originaria no tuvo demasiada suerte.

Diamond Multimedia, que pasaría a través de varias manos (S3, SonicBlue y D&M Holdings) tuvo que soportar un primer juicio ante la industria discográfica que ganó, lo que permitió el despegue definitivo de estas soluciones. De no haber sido así, hoy en día el panorama de los reproductores multimedia portátiles sería muy distinto. Entre otras cosas, estaríamos copados por formatos propietarios, y el coste de la música (y probablemente, de los propios dispositivos) sería mucho mayor. El Rio PMP300 es una verdadera leyenda que tiene su propia entrada en la Wikipedia y cuyos 32 Mbytes parecían suficientes en septiembre del 98. Poco que ver con los Rio Karma y Carbon (20 y 5 Gbytes, respectivamente), los últimos de la firma, que no han logrado competir al nivel que se les requería y que pronto serán objetos de coleccionistas.

Another one bites the dust.